El embarazo
El embarazo es un periodo de cambios para la mujer, tanto a nivel emocional como a nivel corporal. Las alteraciones que sufre el cuerpo en estos momentos pueden llegar a provocarle a la futura madre muchas incomodidades y malestar. Muchas veces su autoestima acaba viéndose afectada por los cambios que provoca la gestación. Es por eso que es verdaderamente importante prestar especial atención a los tratamientos estéticos y adaptarlos a la nueva situación.
Exceptuando algunas precauciones, es deseable que la futura mamá siga disfrutando de los tratamientos estéticos que la hagan sentirse guapa. De esta manera, su bienestar y salud mental se mantendrá, e incluso aumentará, en este periodo de gestación. Es importante para la embarazada cuidar su estética como antes y poder seguir disfrutando de su cuerpo.
Entonces, tratamientos estéticos, ¿sí, o no?
Hay muchos tabúes alrededor del hecho de someterse a tratamientos estéticos durante el periodo del embarazo y la lactancia. De hecho, usualmente se cree que las mujeres no pueden recurrir a ellos en esta etapa, a pesar de ser un momento de grandes cambios físicos. Estos cambios se deben a desequilibrios hormonales que pueden generar manchas en la piel, y al cambio de peso, que propicia la aparición de estrías y arañas vasculares.
Visto esto, siempre y cuando los tratamientos sean llevados a cabo por especialistas médicos, todas las mujeres en periodo de gestación, lactantes o post-lactantes pueden recurrir a servicios estéticos. De esta manera será posible minimizar o eliminar los efectos no deseados en el cuerpo.
Tratamientos recomendados durante el embarazo:
- Drenajes manuales y presoterapia: mejoran considerablemente la circulación, previniendo la aparición de las famosas arañas vasculares, varices y celulitis. También se evita la retención de líquidos.
- Tratamientos faciales: debido a los cambios hormonales, la piel puede presentar manchas y lucir desmejorada. La limpieza de cutis es un tratamiento muy adecuado para este momento y no presenta ningún inconveniente. También lo es la microdermoabrasión con microcristales, pues promueve la aparición de tejidos renovados. A las embarazadas este tratamiento se le realiza a nivel de la epidermis, y puede complementarse con una sesión de oxigenoterapia.
Tratamientos compatibles con la lactancia:
- Drenaje linfático: esta técnica consiste en realizar movimientos suaves, lentos y repetitivos con las manos, favoreciendo así la circulación de la linfa. Esto mejora los cuadros edematosos y posibles inflamaciones y retenciones de líquidos que puedan aparecer. Este tratamiento es del todo compatible con la lactancia. De hecho, puede realizarse sobre el pecho cuando haya dolor para aliviar la inflamación.
- Cavitaciones y radiofrecuencia: ambos tratamientos presentan compatibilidad con el periodo de lactancia y no hay evidencia de que resulten menos efectivos. La cavitación es ideal para eliminar la grasa localizada en el periodo de postparto. La radiofrecuencia ayuda a recuperar el aspecto hidratado y tenso de la piel que ha sufrido una desmejora durante el embarazo.
- Luz Pulsada Intensa (IPL): es un tratamiento de fotorejuvececimiento de la piel. Favorece la reducción de manchas, cierre de poros, mejora de la arruga fina y eliminación de rojeces. Devuelve la homogeneidad a la piel y la uniformidad perdida durante el periodo de gestación.