Porque Lavar la bicicleta. Trucos y consejos

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Porque Lavar la bicicleta
Porque Lavar la bicicleta

Limpiar bien la bicicleta después de cada salida nos va ayudar a alargar su vida útil y a mantenerla en perfectas condiciones durante más tiempo. Sobre todo, en el caso de la Mountain Bike, que son las que más se ensucian a lo largo de la travesía, a causa del polvo, el barro y la tierra.

Porque Lavar la bicicleta

Si no procedemos a una limpieza efectiva cuando esto ocurre, la transmisión y el resto de componentes pueden llegar a estropearse. Y, ya sabemos que una avería es siempre sinónimo de gastos y contratiempos.

Si alguna vez te has preguntado por qué lavar la bicicleta, ya tienes la respuesta. Ahora, vamos a ver cómo podemos hacerlo de la forma más eficiente para obtener los mejores resultados.

¿Por dónde empezamos a lavar la bicicleta?

Lo primero, es hacer acopio de todo lo que necesitamos. En este punto os recomendamos que, si es posible, utilicéis un soporte en el que poner la bicicleta durante la limpieza para poder trabajar de forma más cómoda.

También necesitamos agua, ya sea procedente de una manguera o llenando un par de cubos. Por otro lado, hay que tener a mano un jabón desengrasante. Los venden específicos para bicicletas, aunque puede servirnos un lavavajillas o cualquier otro producto que usemos habitualmente en la cocina. Y, por supuesto, esponjas, cepillos, paños y un buen lubricante para bicis.

Cuando ya lo tengamos todo listo, un buen inicio del proceso puede ser la cadena. Allí se acumula mucha suciedad, ya que el lubricante se mezcla con el polvo o la arena y se crea una mezcla dañina para la transmisión. Rociaremos con el desengrasante y nos ocuparemos de aclararlo bien al final. El desengrasante jabonoso hay que usarlo para limpiar la cadena, los piñones y los platos. Podemos ayudarnos de un cepillito para llegar a los sitios más inaccesibles. Al finalizar, como decimos, hay que aclara bien ya que, si quedan restos de desengrasante, pueden hacer que falle la lubricación que proporcionaremos a estos elementos antes de guardar la bicicleta.

Algunas recomendaciones importantes, mientras lavas la bicicleta.

¿Se puede usar agua? La respuesta es, sí. Pero, cuidado con el agua a presión porque puede colarse por zonas donde no nos interesa que llegue la humedad. Por eso, te recomendamos que uses agua de una manguera con cierta fuerza para eliminar todo el desengrasante que has aplicado, pero sin presión. Con un buen chorro, será suficiente.

Cuando hayamos dejado limpio el sistema de transmisión, que es lo más complicado, procedemos a lavar el resto de la bicicleta. Además, si dejáramos la cadena para el final, probablemente mancharía de grasa todo lo que ya habríamos limpiado. Así que, lo mejor es seguir este orden.

Para limpiar el cuadro y la ruedas, usaremos agua y cepillos de distinto tamaño, que nos ayuden a llegar a todos los rincones. Por cierto, es mejor no tocar los discos de freno con las manos porque los impregnaremos con la grasa natural de nuestra piel y perderá efectividad en la frenada. Lo mejor es usar guantes para ello y, cuando vayamos a lubricar zonas cercanas, lo mejor es usar productos en spray que nos ayuden a dirigir el producto, exactamente hacia donde queremos.

¿Cómo secamos la bicicleta?

Ahora que ya sabes por qué lavar la bicicleta, vamos a ver qué pasos hay que seguir después.

No es una buena decisión, dejar que la bici se seque sola. Si dispones de un compresor de aire, úsalo. Y, si no, usa trapos o toallas viejas. Después, hay que lubricar la cadena y las partes del sistema de transmisión que se mueven.

En este punto, es importante que compres lubricante específico para bicicletas y de buena calidad. Cuando acabes, elimina los posibles excesos de producto, para que no atraigan de nuevo la suciedad.

Lo cierto es que, si realizas este proceso de forma correcta cada vez que tu bicicleta lo necesite, estarás colaborando para que te dure en perfectas condiciones mucho más tiempo. Además, no tardarás más de media hora en realizar todo el proceso, y tu bici estará como nueva la próxima vez que vayas a utilizarla.

Por otro lado, si, por cualquier motivo, vas a estar una larga temporada sin usarla, es indispensable que la limpies a fondo antes de guardarla. Un guarda bicis, puede ser interesante. También te recomendamos que deshinches las ruedas y elimines tensión en todos los elementos, para que no se estropee, por ejemplo, el sistema de frenado.

Seguro que, después de leer todos estos consejos, ya no te tienes dudas sobre por qué lavar la bicicleta.